Monkeypod: La magia de la historia ambiental. Dolores del alma pero en permanente asombro

Hoy es 25 de diciembre de 2022, y por mi estado de Whatsapp dispersé, a través los buzones de un Monkeypod, un abrazo a amigos y familiares y a todos aquellos que se, aun cuando no los recuerdo directamente, que están en mis experiencias por ser parte de mi lista de teléfonos.

Cuando viajo, mis redes corporales sentimentales se activan y, como un robot enviando una señal, busco cómo enviar mensajes de afecto a la gente con quien he compartido y aprendido desde diferentes visiones, culturas, países. Es muy emocionante. Pero ayer, fue un día especial. Una oficina postal de Monkeypod se cruzó por mi camino. Un árbol increíblemente alto, con sus ramas expandidas formando una gran sombrilla tentacular, nose cuántos metros de alto, pero los documentos dicen que alcanza 20 metros. El Monkeypod con sus pequeños y coloridos buzones es endémico de mesoamérica y suramérica, también conocido como Samán en sus tierras endémicas! el árbol de la lluvia para los ingleses, o Hitachi para los japoneses. Fue traído a las islas del archipiélago de Hawaii a mediados del siglo XIX, algunos dicen que por un consul ingles hawaiiano desde México, otros por Mark Twain desde Venezuela, y solo con unas 2 semillas, se dispersó a lo largo y ancho de Ohau. Lo que más me llamó la atención fue que la historia política y ambiental son una. Las primeras redes de movilización fueron las que buscaban alimentos y nuevos lugares para habitar, fuera el océano o la tierra, pero siempre liderados por las autoridades principales, los gobiernos, los políticos, los científicos, los viajeros (https://imagesofoldhawaii.com/monkeypod/). Estas semillas dieron lugar a increíbles, simbólicos y majestuosos árboles, y ellos a una población generalizada en toda la isla de Ohau desde 1847. La dispersión de una especie exóticada por extranjeros, opacó la biodiversidad hawaiiana y cubrió la mayoria de áreas, Suramericana y mesoamericana presente en Hawaii. Dos generaciones de abuelos marcan la historia poblacional de Monkeypod en medio del Pacífico.

Es indudable no pensar en la historia de tantas semillas nativas dispersas en el mundo, como tantos historias socio-culturalmente políticas que diversificaron los paisajes de los países, tanto en el llanto silencioso de infinitos corazones, como en el romanticismo explosivo de paisajes soñados en tierras invadidas. Cómo el dolor, la pasión y la ilusión van de la mano, no solo en historias de amor.

A comienzos del siglo XXI, el gobernador de Hawaii inició un proceso de re-hawaiianizar el paisaje de la isla, generando políticas de control de diseminación del Monkeypod. Proceso complejo, considerando que este árbol ha sido incorporado como parte de la cultura hawaiiana, en la re-simbolización de lo propio. No obstante, esta política está relacionada con que más especies sean introducidas, como lo ha hecho la histórica política a través de viajeros, y aun siendo una costumbre muy antigua de diseminación de semillas, el siglo XIX promovió una diseminación desde un punto romántico de la política de invasión con ingleses, franceses, llamado en un momento por politicos-coleccionistas «especies exóticas» y por los biólogos «especies invasoras». He visto cómo especies de otros lugares del mundo, cómo el limón de cercas vivas, ha logrado expandirse en nuevas tierras que impiden el crecimiento de las especies locales. Es difícil pensar como no continuar con Monkeypod en Hawaii, pero cuando pienso en el limón que mis vecinos quieren sembrar para fortalecer los limites con espinas, pienso en cual es el significado de la belleza y la utilidad. dos elementos que quizás enceguecen realidades, enfoques y el valor de la diversidad cuando valoramos lo propio. Ahora, solo queda en mi mente que seguiré caminando las calles de Oahu acompañada de lineas infinitas de Monkeypod bajo su deliciosa sombra, preguntándome constantemente sobre, cuáles eran las especies nativas antes de la llegada de Monkeypod de nuestros países del norte de Suramérica?

El 19 de diciembre, con 195 países del mundo aprobamos el Marco Mundial de Biodiversidad post 2020 «Vivir en armonía con la naturaleza». La META 6: Eliminar, reducir al mínimo las especies exóticas invasoras o mitigar sus efectos en la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas mediante la detección y la gestión de las vías de introducción de las especies invasoras, impidiendo la introducción y el arraigo de otras especies invasoras prioritarias, reduciendo en un 50 por ciento para 2030 las tasas de introducción y el establecimiento de otras especies invasoras potenciales o conocidas,
erradicando o controlando las especies exóticas invasoras, en especial en sitios prioritarios, como las islas.
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Ahora me pregunto que significa ello cuando vivimos realidades tan diferentes como el limon y el Monkeypod.